ad libitum

Miguel Cabrera, historiador del Ballet Nacional de Cuba:

Antonio vino en 1978 y se unió a dos proyectos extraordinarios, uno fue regalarnos el montaje de Bodas de sangre, lo trabajó detalle a detalle, toda la coreografía con el elenco principal, especialmente con Martha García, que hacía la Novia y Loipa Araujo, la Mujer. Luego, surgió un plan que fue muy lindo, la unión escénica de Alicia (Alonso) con Gades, en lo que se llamaría Ad libitum. No me perdí un solo ensayo, verlos trabajar, como iban poniéndose de acuerdo, porque eso no tenia un plan. Fue un ad libitum de verdad, sólo el concepto de que ella iba a trabajar la punta y su manera de hacer lo clásico, acentuando la punta, porque sabia que Gades acentuaría el taconeo, combinado con el trabajo de brazos de ella, partiendo también de lo clásico de aires universales, pero particularmente lo español acorde con lo que él iba a hacer. Nunca se me olvidara ver en el Salón Azul esos ensayos. Con Sergio Vitier haciendo la música, con Tata Güines tocando la tumbadora, y Alicia y Gades trabajando con Alberto Méndez que hizo esa joya. Fue una obra muy bonita.


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